Fue el 15 de febrero de 1918, cuando el entonces Presidente de la República conocido como El Varón de Cuatro Ciénegas, Venustiano Carranza, honró a la aduana en México con la creación de la figura del Agente Aduanal, a través de un decreto publicado tan sólo dos días después en el DOF donde se estipulaba una nueva figura jurídica encargada de representar al Comercio Exterior en nuestro país a través de las operaciones aduaneras.
Hoy en día esta valiosa figura, se hacer cargo de más del 90% de todas las mercancías que entran a nuestro territorio y de mantener o incluso aumentar el 65% del PIB que representa el Comercio Internacional en nuestro país, así como del 7.1% de la recaudación fiscal del IVA provenientes del Comercio Exterior, y por sí no bastara, también de 1 de cada 5 empleos en México.
Estas cifras que nos ayudan a dimensionar el valor y la importancia del Comercio Exterior en México, a su vez también nos hacen entender el impacto que ha tenido la labor clave de los Agentes Aduanales, que existen ya legalmente, desde hace un centenario.
UN POCO DE HISTORIA
En el año de 1916, posterior a la Revolución Mexicana, con un ejército convencionista derrotado y la paz otra vez establecida, Venustiano Carranza impulsó la creación de un Congreso Constituyente con el fin de presentar el proyecto de una nueva Constitución con conceptos sociales más incluyentes; agregando reformas en diversos sectores como el educativo, agrario, recursos naturales, familia, etc.
En lo que respecta al comercio exterior en México, mientras esto ocurría en territorio mexicano, alrededor del mundo ascendían los efectos provocados por los estragos de la Primera Guerra Mundial, como el hecho de que Estados Unidos promoviera restricciones comerciales en la frontera, limitando el intercambio con México y ocasionando que el Gobierno tomara medidas como favorecer a aquellas naciones que sí permitían el intercambio comercial sin tantas restricciones con nuestro país.
Hasta el 5 de febrero de 1917, aquella Constitución que a penas y fungía como un boceto, fue aprobada, promulgada y firmada en la Ciudad de Querétaro, por un total de 209 Diputados Constituyentes. Más tarde, quien fuera precursor de Carta Magna que hasta hoy en día ha permanecido vigente –Don Venustiano Carranza- se lanzó como candidato, ganando las elecciones de ese año y convirtiéndose en Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.
Una de las labores que realizó Carranza anteriormente a su gobierno como parte de ser participante activo de la segunda etapa de la Revolución Mexicana y que nos atañe al sector, es que durante su estancia en el Puerto de Veracruz durante 1915, notó que de acuerdo a la Ordenanza General de Aduanas Marítimas y Fronterizas de 1891 –antecedente de la ahora Ley Aduanera- los despachos aduaneros eran mal gestionados y en su mayoría por extranjeros que ni siquiera contaban con domicilios locales y sin responsabilidades bien estipuladas. Derivado de ello, una vez siendo presidente, fue quien se preocupó por diseñar la estructura de una sola figura encargada de representar a la aduana en México, reglamentada y con funciones concretas, obligaciones y derechos que sirviera como mano derecha del Estado en la recaudación, protección de la salud pública y de la seguridad nacional.
Fue así como se instituyó la figura del Agente Aduanal ante la ley, una acertada decisión que se vio reflejada en el hecho de que el comercio de México con el mundo se multiplicara hasta ocho veces después de la época posrevolucionaria; que más tarde tuviera que modernizarse la aduana en México y desde entonces, esta figura funge como coadyuvante de las autoridades, se encarga del despacho aduanero y representa al comercio exterior en nuestro país.
PARA QUE QUEDE CLARO ¿QUÉ ES UN AGENTE ADUANAL?
De acuerdo al artículo 159 de la Ley Aduanera, un Agente Aduanal es “la persona física autorizada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público mediante una Patente, para promover por cuenta ajena el despacho de las mercancías en los diferentes regímenes previstos en esta ley”.
Lo anterior define su principal función que es representar a un importador o exportador para poder llevar a cabo las operaciones aduaneras correspondientes; es aquí donde radica su importancia y la razón de su existencia como figura jurídica frente a la ley.
Cabe aclarar que no es un funcionario público, sino un integrante de la iniciativa privada que coadyuva con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a la hora de controlar la entrada y salida de mercancías, así como cuando vela por el correcto pago de contribuciones y cuotas compensatorias.
Ahora bien, aunque las responsabilidades de su cargo están bien delimitadas, siempre deben ver más allá de sus funciones, pues tienen un sustancial compromiso con la economía mexicana y con la sociedad en general; al fungir como un aliado estratégico de aquellas empresas mexicanas que se aventuran a hacer crecer sus negocios al importar o exportar y que con su adecuado apoyo, les permiten reducir costos, les asesoran gracias a su conocimiento y dominio de la norma jurídica aduanera y que además tienen la responsabilidad de mejorar día con día sus capacidades para adaptarse a los cambios tecnológicos, así como a los constantes cambios en las leyes correspondientes; evolucionando y adaptándose a los nuevos retos que impone la globalización.
Entonces, tenemos que el Agente Aduanal es un pilar importante del comercio exterior que apoya tanto a importadores como exportadores y al mismo tiempo al Fisco Federal al velar por sus intereses; pero no sólo eso, con esa misma doble funcionalidad, es también quien ha dado impulso a la apertura comercial en nuestro país gracias a sus capacidades y profesionalismo; quien ha superado y enfrentado adversidades que lo va obligando constantemente a seguir innovando y creciendo para seguir desarrollando una alta competitividad y evolución en las actividades que les corresponden día con día.
¿CUÁLES SON SUS VERDADERAS FUNCIONES?
No son meros “tramitadores” en la aduana como muchas veces se ha pensado, ni tampoco como se le ha imaginado llenando cantidades exageradas de pedimentos, ni como aquellos sujetos que irán a la cárcel si algo en los procedimientos va mal. Su trabajo es mucho más fino y sus capacidades les dan la oportunidad de realizar principalmente, la parte lógica de las operaciones aduaneras.
Podemos resumir las actividades de un Agente Aduanal en:
ASESORAR y OFRECER CONSULTORÍAS a exportadores e importadores en relación a las operaciones de Comercio Exterior.
CERTIFICAR PROCESOS, es decir, cuando al país arriban mercancías del extranjero, son sus capacidades, su experiencia e inteligencia, el conjunto de características que le permitirán certificar la descripción, la clasificación, la cantidad, el cumplimiento de los permisos, la existencia de un contribuyente, la labor de la autoridad aduanera, la legitimidad de los papeles, el correcto cumplimiento de los pasos y procedimientos del despacho… entre otros factores, los cuales revisa.
CONDUCE y EJECUTA la política aduanera del país, si hay reformas en la ley correspondiente, o cambios respecto a nuevos acuerdos o tratados comerciales, es deber del Agente Aduanal trasmitir estos cambios y explicar cómo proceden o qué se tiene que hacer al respecto; es el conductor asignado para que la norma se difunda e implemente con adecuada rapidez.
Ser un ESLABÓN LOGÍSTICO entre el transporte internacional de mercancías y su distribución local, gestionando la serie de pasos logísticos que conlleva este proceso; un camionero, por ejemplo, no podría entregar su carga a la compañía marítima sin la intervención de un agente o bien, tampoco podrían salir de la aduana o simplemente no habría control en la transportación o en el acto de reconocimiento.
Siendo así, podemos resumir que un Agente Aduanal es un profesional, cuyo trabajo es ser un consultor de confianza, el brazo derecho de la autoridad y un cómplice benefactor de importadores y exportadores.
EL PORVENIR DE LOS AGENTES ADUANALES
Falta mucho por lograr y pese a que hoy en día existen 1685 Sociedades de Agentes Aduanales según el SAT, es un número que se acrecienta, pues vivimos en una era de apertura comercial y necesidad de diversificación (recordemos que no todo es EEUU) por lo que la demanda de Agentes Aduanales va en aumento y junto a ellos una enorme responsabilidad.
Hay que recordar que esta figura podría verse afectada frente a los cambios tecnológicos o a nuevos esquemas como los representantes aduanales, o que en definitiva una empresa pueda desaduanar sus propias mercancías; estos hechos los obligan a doblar esfuerzos y demostrar con su trabajo que su papel es fundamental.
¿Cómo lograrlo? Son varios los factores que deben considerar para adaptarse a los avances de la globalización; entre ellos, evolucionar superando cambios, sobre todo los tecnológicos como por ejemplo: realizar un análisis del comercio electrónico, definir nuevos esquemas y facilitar procesos; dado que ven acontecimientos políticos aduanales y han sobrevivido a lo largo de 100 años, tienen en sus manos la oportunidad de desarrollar estrategias que permitan a las aduanas impulsar y facilitar el comercio; de esta manera, podrán ir a la par con el porvenir de un país que se está diversificando y que cuenta con el potencial para alcanzar una mayor apertura comercial.
Mirar hacia el mañana es la clave, no quedarse con los mismos procesos porque el mundo es cambiante y estamos seguros que se ha necesitado, se necesita y se seguirá necesitando de aquella figura que continué cumpliendo su papel, contribuya con ideas, propuestas y debates hacia el enaltecimiento de su trabajo y sus capacidades; porque si ya sobrevivió un centenario, podemos decir que es un nuevo inicio hacia reafirmar su labor, porque quién como ellos para poner en alto el nombre de México y hacer ver ante el mundo, que somos un país con fortalezas macroeconómicas que nos permite competir con el resto.
¡Enhorabuena por los primeros 100 años de existencia de la figura del Agente Aduanal! Deseamos que todos y cada uno de ellos, más los que se vayan sumando, celebren otros 100 años de historia y legado, otros 100 años de estar siempre con México.
Lic. Esthela Velázquez Rosales | Lic. Víctor Galicia Montiel