El termino Maquiladora es utilizado para designar aquellas industrias dedicadas a cualquier manufactura parcial, ensamble o empaque llevado a cabo por una empresa que no sea el fabricante original; en México la industria maquiladora de exportación emerge como un acuerdo de dos países vecinos con economías diferentes que buscaban solucionar de una manera rápida y beneficiosa los problemas de la época.
En 1965 se creó el “Programa de industrialización de la frontera” (PIF), este programa definía a la frontera como “zona de exportación” y creaba las bases para la instalación legal de la industria denominada Maquiladora a lo largo de toda la franja fronteriza, a partir de ese momento la industria maquiladora tuvo diversos fines como crear fuentes de empleo, fortalecer la balanza comercial a través de una mayor aportación de divisas, integrar la frontera al resto del país, incrementar la competitividad, capacitar a los trabajadores e impulsar el desarrollo y la transferencia de tecnología para el país.
De acuerdo con los datos del anexo estadístico del sexto informe de gobierno de septiembre de 2006 (Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos. Presidencia de la república 2006), el valor de las exportaciones de las maquiladoras en 2005 ascendió a más de 97 mil millones de dólares, lo que representó 45.5 por ciento de las exportaciones totales y 55.6 de las manufactureras, asimismo, había 1 166 250 personas ocupadas, es decir, las fábricas generaban 37.8 por ciento del empleo.
Las maquiladoras estimulan la producción de otros sectores de la economía mediante los gastos de sus trabajadores en bienes y servicios, más que por la compra de insumos en el mercado nacional.
De acuerdo con el modelo, el efecto en el PIB de los gastos de los trabajadores de las maquiladoras es cuatro veces mayor que el de las compras de in sumos de éstas a otros sectores de la economía, sin embargo, se deben mencionar tres excepciones: productos químicos, servicios y productos alimenticios; estos sectores utilizan una proporción relativamente alta de insumas nacionales y son intensivos en mano de obra, por lo que los salarios contribuyen en forma importante a su PI B. En cada caso, 36.5, 11.9 y 10.5 por ciento de su PIB se debe a la compra de insumas nacionales y al pago de salarios, en consecuencia, estos tres sectores tienen multiplicadores del producto comparativamente grandes.
De ellos, 12 495 millones corresponden al producto directo de las maquiladoras; 1 325 millones (7%) al generado indirectamente en otros sectores mediante la compra de insumas mexicanos, y 4 735 millones (26%) al inducido en otros sectores de la economía, como resultado de las compras de bienes y servicios que hacen los trabajadores de las maquiladoras.
Las exportaciones del sector maquilador mexicano aumentaron un 13 por ciento, mientras que el empleo que genera vio un repunte del 6 por ciento, la perspectiva es que esta tendencia positiva continúe gracias a la fuerza de la recuperación económica de Estados Unidos, el principal mercado de las maquiladoras que operan en México.
La posición del país en términos de manufactura de exportación sigue manteniéndose en un lugar de élite, en ese sentido, lo primordial es ver lo que ocurrirá en los años que están por venir.