Las negociaciones entre Reino Unido y Bruselas no se encuentran en el mejor lugar, todo parece indicar que a la Comisión Europea se le está terminando la paciencia con el gobierno de Boris Johnson y las negociaciones sobre cómo se aplicarán los acuerdos del Brexit en Irlanda del Norte.
Las dos partes han tenido una reunión en la que se planeaba resolver la situación sobre la aplicación del protocolo para Irlanda del Norte, sin embargo, pero Reino Unido amenaza con suspender el mismo, amenaza con activar el artículo 16, el cual permite a una de las partes dejar en suspenso el acuerdo sin haberlo pactado previamente con la otra parte.
El vicepresidente y responsable del Brexit, Maros Sefcovic menciona lo siguiente: “Hasta ahora el Reino Unido no se ha movido, en absoluto. Encuentro esto decepcionante y una vez más urjo al Gobierno británico a que se implique sinceramente [en las negociaciones]”, así mismo dicta una advertencia: “Invocar el artículo 16 del protocolo tendría graves consecuencias para Irlanda del Norte y para las relaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido en general”.
Además de lo anterior, menciona que es necesario que, en la próxima reunión con Reino Unido, se comiencen a dar frutos puesto que las últimas reuniones no han tenido avances claros. Por su parte, David Frost, el negociador de parte de Reino Unido mencionó después de la última Reunión con el representante de Bruselas «que el progreso había sido limitado, y que las distancias entre las partes aún podrían salvarse con más negociaciones».
Según Sefcovic, La Comisión Europea ha estado colaborando fuertemente con el Reino Unido, se han realizado cambios que llevarían a tener menos burocracia y controles fitosanitarios hasta en un 80% menos en productos que entren de Irlanda del Norte a Gran Bretaña. Irlanda del Norte se trata de una pieza fundamental en el acuerdo del Brexit, puesto que se quiere evitar tener una frontera dura con la República de Irlanda. Sefcovic menciona que de activar el artículo 16 tendría una repercusión en la estabilidad de Irlanda del Norte, tanto para ciudadanos como para empresas; además que tendría un peso en la relación entre la Unión Europea y Reino Unido “porque significará rechazar los esfuerzos para encontrar una solución consensuada para implementar el protocolo”.
Así mismo, se ha discutido el tema de la “guerra de la pesca” entre París y Londres, debido a las licencias que les han sido denegadas a los pesqueros franceses.
«El acuerdo comercial y de cooperación es claro», ha dicho Sefcovic: «Se debe permitir que continúen los barcos que estaban pescando en las aguas territoriales del Reino Unido y las dependencias de la corona británica [Jersey]. Todos los buques franceses tienen derecho a una licencia».
Por su parte, Frost ha reiterado que el Reino Unido ha otorgado licencias al 98% de los buques de la UE que buscan pescar en aguas británicas lo que representa casi 1.700 buques, en línea con sus obligaciones en virtud del Acuerdo de comercio y cooperación, también ha mencionado que los buques deben proporcionar pruebas de su actividad pesquera a nivel histórico «para recibir una licencia».