Jaime Enrique Sotelo, subsecretario de Desarrollo Rural del Gobierno del estado, ha resaltado que uno de los principales objetivos para esta dependencia estatal está involucrado con la mejora de la inocuidad, sanidad y calidad agroalimentaria de los productos colimenses y en consecuencia, mejorar la cantidad de productos que se pueden exportar a otros mercados.
La finalidad es proveer de recursos hídricos a los productores, más que nada en épocas de estiaje. Para esto, destacó que se mantiene una coordinación importante con la Comisión Nacional del Agua, señalando que gracias a esa vinculación se construye una olla de agua en la comunidad de Zacualpan, que espera replicar en Campo Cuatro, Lagunitas y otras zonas de la entidad.
Asimismo, mencionó que la transición a la agroecología es otra meta en donde, si no se pretende realizar una sustitución, sí se pretende la reducción de productos agroquímicos, pesticidas y fertilizantes, por productos agroecológicos que permitan producir mayor inocuidad en la producción de alimentos.
En este sentido, Sotelo, subsecretario de Desarrollo Rural refirió que, en conjunto con el Consejo Estatal del Aguacate, se puso en marcha un programa para erradicar las plagas de dicho fruto y pudiera exportarse principalmente a nuestro vecino del norte, Estados Unidos, ya que en la actualidad no se puede hacer dada la plaga del barrenador de hueso de aguacate.
Expuso al mismo tiempo que en la costa y parte sur del estado, existe la plaga del picudo de la palma que afecta gravemente su producción, por lo que se trabaja en conjunto con productores en la implementación de mecanismos que reduzcan los daños y sea un cultivo atractivo de nuevo.
Por otro lado, al mencionar la mortandad de abejas registrada en semanas recientes en los municipios de Armería y Tecomán, declaró que habrá una reunión entre dependencias federales, estatales y apicultores en Los Asmoles para abordar estrategias para la coexistencia tanto de la producción de miel y de limón, plátano y coco.
Cabe recordar que se teoriza que el envenenamiento de las abejas es producto de las sustancias químicas de los fertilizantes utilizados para el cultivo de esos frutos.
“El problema lo tenemos centralizado en este momento en Armería y una parte de Tecomán. Es una situación que pudiéramos explicarla dado que en el valle de Tecomán se practica una agricultura bastante intensiva y los apicultores tienen ahí sus apiarios porque es donde hay floración”, concluyó el subsecretario, Enrique Sotelo.