Perspectiva general
Los estragos en los mercados de productos básicos, las cadenas de suministro, la inflación y las circunstancias financieras a nivel mundial han aumentado la desaceleración del crecimiento en el comercio. Un punto muy importante es el aumento de las tasas provenientes de los países desarrollados, con el propósito de disminuir la continua subida de precios que se originó como consecuencia de la política expansiva que enfrentaron a lo largo de la pandemia, problemática que se ve reflejada principalmente en la economía y que ha iniciado a inquietar a los países por el complicado aspecto en la actividad económica del 2023.
Efectos a nivel mundial
Los efectos secundarios de la pandemia y la invasión de Rusia a Ucrania potencializarán en gran medida la desestabilización de la actividad económica mundial, la cual ha disminuido al 2,9 % en lo que va del año. La situación en Ucrania ha dado como resultado el aumento de los precios en los productos básicos, impactando en temas de inseguridad alimentaria y pobreza, aumentando la inflación, problemas en el sector exportador, obligando a establecer condiciones financieras más limitadas, dejando en la incertidumbre la problemática financiera.
Por otra parte, los aumentos de las tasas que validó la Reserva Federal de los Estados Unidos ayudaron a incentivar la tendencia del aumento del dólar a nivel global, lo que generó consecuencias, principalmente, el ascenso en los precios de los commodities, situación que no se vio reflejada este año por la alteración de los costos que trajo consigo la guerra en Ucrania.
El comercio y sus retos económicos
Las variaciones en la inflación tienen una repercusión importante sobre los mercados financieros, principalmente influyen en el poder adquisitivo y pueden originar la modificación en la política monetaria de un banco central.
La inflación mundial generó un aumento importante en sus valores mínimos en el 2020, como resultado de la recuperación de la demanda mundial. Los mercados esperan que la inflación llegue a su nivel más alto los últimos meses del 2022 y luego disminuirá, sin embargo continuará en aumento, teniendo que restringir más las políticas monetarias.
La activación y normalización del comercio no sucederá en un corto plazo, puesto que, los procesos de producción de los diferentes bienes necesitan llevar su proceso a medida y tiempos favorables, así como las restricciones en el suministro y la explotación de los recursos naturales. La complejidad que el comercio mundial enfrenta es poco alentadora, sin embargo, es necesario optimizar las redes de exportación, mejorar la infraestructura y logística, superar las barreras regionales para afrontar la racha comercial y reforzar las instituciones que encabezan el comercio y proporcionan información a los exportadores.