Estados Unidos es el país que más carne mexicana compra, pero China está en la mira de los productores nacionales. Alrededor de 50 empresas productoras esperan la certificación correspondiente para comenzar a exportar, así lo informó Ernesto Hermosillo, presidente del Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne).
La oportunidad para las empresas nacionales surgió el año pasado debido a la creciente demanda del mercado asiático, luego de la crisis provocada por el brote de peste porcina africana. Esa es la razón por la que los mexicanos están tan interesados en ese mercado.
De 34 empresas que esperaban aprobación del gobierno chino en febrero pasado, la oportunidad se abre ahora para cerca de 50, pero la pandemia ha retrasado el proceso, el gigante asiático ha puesto medidas rigurosas para la carne importada hasta asegurarse que está libre de Covid-19.
Sobre el creciente interés de los consumidores en otras opciones como la ola de productos hechos con mezclas vegetales que emulan el sabor de los cárnicos, el representante dijo a un diario de circulación nacional que “es preciso que el sector se sume a ese tipo de propuestas”.
A consecuencia de la crisis que ha provocado la pandemia el consumo de carne ha disminuido en México, por lo cual las empresas productoras buscan incrementar sus exportaciones a China, cuyo mercado no ha sido explotado y tiene un gran potencial de crecimiento gracias al número de su población.
“El potencial que tiene China es enorme por su gran cantidad de habitantes. Por ahora nuestras exportaciones son pocas, pero estoy seguro que con trabajo conjunto entre empresas y gobierno, en unos pocos años será nuestro segundo mejor mercado”, expresó el dirigente del organismo privado.
Según datos de Comecarne, durante 2020 la producción de carne de bovino creció 2.6 por ciento, las importaciones se redujeron 15 por ciento y las exportaciones se incrementaron 10 por ciento.
En tanto, el consumo de los mexicanos resintió ligeramente la pérdida del poder adquisitivo de las familias, pues sufrió una contracción de 0.2 por ciento.
En lo que respecta a la carne de cerdo la producción creció 3.1 por ciento, y pese a que las importaciones superan el millón de toneladas, éstas se redujeron 3 por ciento. En contraste, las exportaciones se incrementaron 47 por ciento, un nivel sin precedente; mientras el consumo local se redujo 2.7 por ciento.
De acuerdo con Hermosillo, si México quiere incrementar sus exportaciones de proteína cárnica a China es necesario impulsar la competitividad de su cadena de valor, fortaleciendo normativas, mantener fuentes alternas de abastecimiento y desarrollar una proveeduría nacional, de modo que se aproveche la ubicación geográfica, los acuerdos comerciales, los microclimas y la fuerza laboral del país.
Paralelamente, apuntó el dirigente, durante este año las empresas deben seguir haciendo eficiente el proceso de abasto, la producción, la cadena logística de entrega, la innovación en empaques y presentaciones, así como en la obtención de certificaciones.