La producción de soja se encuentra altamente concentrada en países como Estados Unidos, Brasil y Argentina, generando aproximadamente el 80% de la cosecha mundial.
Como dato importante, la soya es una legumbre oleaginosa que se cultiva en todo el mundo y es conocida por su alto contenido en proteínas y aceite. La cosecha de esta legumbre se realiza en otoño, lo que quiere decir que hay dos cosechas principales en todo el año: una en el hemisferio sur y otra en el hemisferio norte.
Los meses de contrato son enero, marzo, mayo, julio, agosto, septiembre y noviembre. En especial, en Estados Unidos la soya se negocia en la CBOT, el cual es uno de los mercados de commodities más antiguos del mundo. Fundado en 1848 por comerciantes de granos que buscaban centralizar la negociación de su materia prima en un único lugar.
Por su alto contenido en proteínas, la soja se utiliza como uno de los principales ingredientes para los piensos de los animales vivos, lo que estima la mayor parte de su uso.
De acuerdo a información proveniente de Goldman Sachs Group, un porcentaje mucho menor de lo que se cosecha se procesa para el consumo humano en forma de productos como leche y harina de soja y el tofu. Asimismo, un porcentaje en aumento del consumo de soja procede del sector de los biocombustibles.
Por otro lado, el maíz es un cereal que al igual que la soya se cultiva en todo el mundo y es un ingrediente de una gama muy extensa de productos químicos, alimenticios y piensos. De igual manera un porcentaje cada vez mayor de este producto se utiliza en la producción de biocombustibles.
Cabe destacar que en Brasil, el cultivo de soja cuenta con un gran avance tecnológico y contribuye de manera sustancial a la economía de este país. La alta comercialización de la soja se debe a que no tiene sustitutos como fuente de proteína, la demanda se basa en que la economía mundial gira en torno a consumo de menos granos y más carnes, y la soja es un eslabón importante en la producción de carne.
Mientras que en Argentina, la producción de soja y sus derivados es actualmente una de las actividades más dinámicas de la economía argentina y actualmente se ha convertido en la principal producción del agro argentino.