Ante la iniciativa de la senadora Andrea Padilla del Partido Verde de proponer un proyecto de ley que tiene por objetivo frenar progresivamente la exportación marítima de ganado en pie con fines de consumo, José Félix Lafaurie, presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) volvió a cuestionar dicha propuesta.
El líder del gremio escribió en su cuenta de Twitter: “Es un error intentar prohibir las exportaciones de ganado en pie por fanatismos e ideologías animalistas sin tener la menor idea de cómo los bovinos viajan en los barcos de bienestar animal”. Al mismo tiempo, el jefe de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán, el economista Óscar Cubillos Pedraza, explica que el proyecto incluye la restricción total al comercio de bovinos a los diversos mercados que exportan y que solo llegan por mar como Egipto, Líbano, Jordania y Arabia Saudita.
Desde su punto de vista, los esfuerzos de años para abrirse paso a nuevos mercados tendría un retroceso enorme que los obligaría a concentrarse únicamente en Venezuela para movilizar a los animales por tierra.
El gremio se ha organizado y ha transmitido un mensaje por diferentes redes sociales que exhorta a los ganaderos a llevar a cabo un paro en contra del proyecto que busca prohibir los envíos de animales vivos por vía marítima. En el mensaje que se ha publicado y circula en internet, se invita a los congresistas que presentaron el proyecto a retirarlo y archivar la iniciativa al considerarla lesiva para su economía.
Entre los objetivos de la iniciativa de prohibir la exportación de ganado vivo, se encuentra beneficiar a los productores colombianos, ya que de acuerdo al documento que se presentó, la exportación de animales vivos tiene efectos económicos negativos en cuanto a la pérdida de empleos directos e indirectos en toda la cadena de producción, en actividades como el transporte, manejo y sacrificio de los animales; la pérdida del valor agregado para la economía nacional y la pérdida de recursos fiscales y parafiscales, puesto que cada animal exportado vivo implica una disminución de los recursos del Fondo Nacional del Ganado y del impuesto de Degüello Departamental.
Asimismo, busca “erradicar el sufrimiento extremo e innecesario que se les causa a los animales que son exportados vivos o en pie por vía marítima, con fines de consumo, y proteger la moral pública y social relativa al cuidado de todos los seres vivos sintientes”.
