Actualmente existe una gran sequía mundial que está afectando diversos rubros de la economía a nivel internacional. Las condiciones del cambio climático se han convertido en grandes retos que afectan las reservas de agua y generan riesgos a las comunidades y personas, con escenarios como sequías causando un desabasto de recursos hídricos.
Julio César Gutiérrez Chapa, presidente de la Unión Ganadera Regional de Tamaulipas, señala que esta escasez de agua ha tenido graves consecuencias como la muerte de ganado y disminución de exportaciones de cabezas de ganado: “Las exportaciones siguen abiertas aunque han bajado en un 60 por ciento, en años anteriores exportábamos más de 150 mil cabezas de ganado y en el ciclo pasado 47 mil cabezas de ganado, esperamos elevarlo este ciclo lo más que se pueda”.
Al mismo tiempo, resaltó que la falta de agua también está afectando a los productores del estado de Tamaulipas y se encuentran al alza los registros de muerte de ganado por inanición, estas estadísticas provienen de datos de los mismos productores a los que la falta de líquido ha afectado su ganado.
En ese sentido, a la falta de agua hay que sumarle el exceso de calor y cómo los rayos solares resecan y matan los pastos, sin duda el cambio climático está afectando de manera directa a productores y ganaderos. Hasta ahora, el ganado más afectado ha sido el ganado bovino el cual tiene una mayor demanda de pastizales y de agua.
Según datos de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), en el país el 76% del agua concesionada se destina a usos agrícolas –agrícola, pecuario y acuacultura–; 15% al uso público urbano-doméstico y otros usos conectados a las redes de agua potable; 5% al uso no doméstico autoabastecido –industria, comercio y servicios–; y 4% a la generación de electricidad, excluida la hidroelectricidad.
Es un derecho fundamental garantizar el acceso al agua potable para todos los mexicanos, por lo que el manejo y la conservación de los recursos hídricos del país se ha convertido en una prioridad y en un factor determinante para el desarrollo sostenible que no puede dejarse de lado. Es urgente tomar acción de forma inmediata para que forme parte de la agenda nacional dado el impacto tan grande que tiene en el país y en la economía de las familias mexicanas, provocando la muerte de ganado, pérdida de cosechas agrícolas, incendios forestales y tormentas de arena, asimismo problemas de salud pública derivados de la escasez del líquido vital y falta de aseo personal.