En los últimos años el proceso de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América Latina se había convertido en un dilema significativo para México, sobre todo por la falta de un continuo monitoreo y evaluación. La incertidumbre y preocupación por parte de ambos países, México y EU en cuanto a los posibles resultados se intensificaba, pues dicho proceso de renegociación se inició en agosto de 2017, teniendo en cuenta que podría culminar para mediados de 2018 o prolongarse hasta 2019.
El domingo 30 de septiembre, Estados Unidos y Canadá por fin concluyeron la negociación para que éste último participe en el nuevo acuerdo en donde el Tratado será de naturaleza trilateral, tomando en cuenta que para el Presidente Trump le es una más de sus victorias políticas para completar una de sus promesas de campaña.
«Es una gran victoria para el presidente y una validación de su estrategia en el área del comercio internacional», dijo un alto funcionario de la administración en una llamada telefónica a periodistas el domingo por la noche.
El nuevo acuerdo se llamará USMCA (United States-Mexico-Canada Agreement, por sus siglas en inglés).
Los temas de principal interés y que son de vital importancia para Canadá entre los acuerdos llegados con EU son: Productos Lácteos, Productos Avícolas, Capitulo XIX e Industrias Culturares, teniendo en cuenta que los tres países han trabajo conjuntamente para incrementar su competitividad y el bienestar de sus ciudadanos.
México estaba en espera de un proceso de negociación constructivo por parte de sus dos socios comerciales, al llegar dicho acuerdo, dentro de los objetivos principales está el aumentar los flujos comerciales y de inversión, que consolide la cooperación y la integración económica, y fomente la competitividad en América del Norte.
Entre los principales elementos del Tratado entre EE.UU., México y Canadá estarán los siguientes: Accesos a mercados, Sector Agropecuario, Sector Automotriz.
No se debe olvidar que la privatización de las empresas públicas se convirtió en escenario favorable para la inversión de las empresas trasnacionales, como el dato reportado en los informes presidenciales respecto a la desestatización de alrededor de 770 empresas «públicas» entre 1982 y 1989, muchas de ellas con participación extranjera y liquidación en condiciones sumamente ventajosas para los compradoras.
Mientras tanto, los principales demócratas del Congreso dicen que aún no están convencidos de que el nuevo acuerdo represente un cambio significativo respecto de las políticas comerciales pasadas que raramente han ganado su apoyo.
Una vez publicados los textos, el Tratado podría firmarse a partir del 29 de noviembre próximo.