Por falta de políticas de fomento a la producción de maíz, tanto blanco como amarillo, la actual administración federal ha propiciado el incremento de las importaciones de este grano. Así lo visualiza el dirigente de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México, Juan Pablo Rojas, quien hizo notar que cada vez más se incrementa la dependencia externa de este cereal, lo que se manifiesta en el aumento de compras del exterior.
Indicó que de seguir las cosas como se ven, se llegará a que la industria de la tortilla recurra al maíz importado, lo que supondrá el consumo de granos estadunidense de variedades transgénicas, como ocurre con el grano importado que se destina al sector pecuario para la producción de leche, carne y huevo. Explicó que el grano importado, por lo general es de materiales transgénicos.
Expresó que, en Estados con economías agrícolas diversificadas, como Jalisco, al maíz se le abandona para producir cultivos más rentables, como agave, berries o aguacate, por citar algunos; mientras que, en las entidades de agricultura de subsistencia, la gente abandona las tierras para irse a otros lugares a ganarse la vida, ya sea dentro del país o fuera de sus fronteras.
Se prevé que las importaciones de maíz alcanzarán un récord al cierre de 2021 con 17.9 millones de toneladas, 11.4 por ciento superior a lo registrado el año previo. Según estimaciones del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), las compras del grano serían 4.5 por ciento mayores al volumen adquirido en 2018, año en que se llegó a los 17.1 millones de toneladas.
“A la fecha, (al mes de agosto), se reporta un avance (respecto a la previsión) de 11.8 millones (de toneladas), es decir, del 66.3 por ciento. De este volumen, el 93.3 por ciento es de maíz amarillo, 5.9 por ciento de blanco y 0.8 por ciento de quebrado”.