Son alrededor de 19 mil productores jaliscienses quienes están integrados a esta operación y han generado más de 2 millones de toneladas de maíz bajo esta modalidad.
¿En qué consiste este esquema?
Esta operación es sinónimo de garantía en ventas, evita perdidas y facilita los procesos de comercialización tanto para productores como compradores.
La coordinación de producción consiste en que los productores venden a los compradores antes de cosechar sus productos a través de contratos de compra-venta celebrados bajo condiciones específicas de precio, cantidad, volumen, calidad, tiempo, lugar de entrega y condiciones de pago, junto a otras características si es necesario.
De esta manera ambas partes aseguran la comercialización y abasto. Esta forma de hacer negocios abre las puertas a nuevos mercados, ya que al ver cómo funcionan, van integrándose a este esquema. Por otro lado, obliga a mejorar la calidad de la producción mexicana para quedar bien y genera impulsos en cuanto a la introducción de nuevas tecnologías.
Jalisco se posiciona como líder
Jalisco es el Estado con mayor producción ofertada con este tipo de operación, hasta el momento ha asegurado la comercialización de 2.4 millones de toneladas de maíz, vendiendo hasta 4 mil pesos por tonelada y obteniendo beneficios de mil pesos por cada una en promedio.
Su modus operandi es empezar la cosecha una vez que saben exactamente a quién le venderán y cuál será el precio de la venta, dicha situación resulta demasiado favorable ante la volatilidad de los precios internacionales de este producto.
De acuerdo a datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), entre los años 2013 y 2017 aumentó un 66% el volumen de granos que se comercializan bajo este esquema de agricultura por contrato a nivel nacional. En el 2016, el Gobierno Federal destinó 1, 209 mdp al programa para toda la República Mexicana.