El Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TIPAT) tienen muchos elementos en común y, aunque tienen algunos que no se comparten, la intención de ellos es lograr la integración comercial entre las naciones por un beneficio mutuo.
La Dra. Luz María de la Mora Sánchez, Subsecretaria de Comercio Exterior explicó en días pasados que la razón por la que se renegoció el T-MEC, fue por una promesa de campaña del presidente Donald Trump, quien consideró que el TLCAN fue la peor negociación que realizó Estados Unidos en el tema del libre comercio y, debía renovarse o, desaparecer; eso llevó a la renegociación que permitió actualizar el tratado, agregar elementos de importancia como el Comercio Digital, el tema de las Aduanas y la Facilitación del Comercio en dichos espacios, sobre el tema laboral, el medio ambiente, el espacio para las pequeñas y medianas empresas, para tratar la corrupción que puede existir, para agregar anexos sectoriales y, las buenas prácticas regulatorias, todos estos temas fueron transformados en capítulos que permitieron fortalecer un nuevo tratado comercial que le dota a las naciones participantes de herramientas para trabajar en sus campos de comercio, servicios, inversiones, con el fin de mejorar el desarrollo de cada una con los menos problemas transfronterizos posibles. Además permitió establecer las bases de trabajo en la región para un desarrollo sustentable de cara al 2030, buscando crear las condiciones de un comercio más amigable con la naturaleza y la sustentabilidad.
También habló sobre cómo están ambos tratados en el sistema multilateral de comercio, donde se reconoce que el comercio de las naciones está en un escenario de globalización que debe mejorarse, porque no ha funcionado adecuadamente; por ejemplo, se reconoce que la Organización Mundial de Comercio (OMC) está pasando por una etapa donde está perdiendo su poder y su funcionamiento, dando el ejemplo de que su órgano de apelación que debe tener al menos siete miembros listos para ayudar a las disputas internacionales, sólo tiene una persona, ocasionando inestabilidad en el momento de la solución de controversias entre dos naciones que sientan violados sus derechos de comercio internacional, además se sabe que Estados Unidos actualmente tiene un liderazgo negativo en el comercio internacional, siendo una nación que va imponiendo sus reglas aunque las otras naciones no estén de acuerdo, de ahí los problemas que ha tenido con China y México.
Es por eso que el T-MEC y el TIPAT sí tienen mecanismos de solución de controversias más útiles en caso que se presente la ocasión, representando un avance en el tema por sobre la OMC, lo que dota de mayor versatilidad en ese tipo de problemáticas, pero se reconoce que, aun con ellas son insuficientes si México no realiza su labor, una donde las empresas, regiones, sectores, localidades utilicen los recursos del libre comercio para establecer relaciones con empresas de otros países y, con ese trabajo, buscar maximizar los beneficios económicos y sociales que se puedan generar gracias a dichas relaciones.
Así, si bien el objetivo inicial del TLCAN fue el de permitir el libre flujo de bienes, servicios e inversiones, con el fin de crear una región norteamericana competitiva de frente al mundo, el T-MEC va más allá buscando incrementar la participación de las empresas mexicanas en Estados Unidos y Canadá y, en el caso del TIPAT el de establecer relaciones de comercio, servicios e inversiones con otras nueve naciones de la región Asia – Pacífico, donde las empresas mexicanas deben tomar también espacio y trabajar por incrementar las relaciones comerciales.
Así el futuro de estos tratados, saber que lo que viene es importante para México.