Redacción por Estrategia Aduanera
10 de octubre de 2025
La reconocida analista en seguridad nacional e internacional, Ana María Salazar, ofreció un análisis de alto valor sobre el futuro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y las implicaciones que podría tener el nuevo enfoque económico y político del gobierno estadounidense.
Salazar advirtió que Estados Unidos busca modificar su modelo comercial, orientándolo hacia un sistema en el que los aranceles se conviertan en una fuente esencial de ingresos fiscales, reemplazando parte de los recursos que el gobierno ha dejado de percibir tras las reducciones impositivas incluidas en el reciente paquete fiscal.
“Los aranceles funcionan como un reemplazo de ingresos que el Estado necesita y, al mismo tiempo, como un instrumento para impulsar el retorno de la producción a territorio estadounidense”, explicó la analista, al señalar que esta estrategia está profundamente ligada a la visión económica que impulsa Donald Trump.
De acuerdo con Salazar, esta nueva orientación representa un desafío para las economías de México y Canadá, ya que el modelo de libre comercio, que durante tres décadas ha sostenido la integración productiva de América del Norte, podría transformarse radicalmente.
“Es difícil imaginar un mundo sin libre comercio tal como lo conocemos. Durante los últimos años, hemos visto flujos de inversión de billones de dólares que dependen precisamente de este esquema. Imaginar su reversión en un momento de desaceleración económica global resulta complejo y preocupante”, afirmó.
Una nueva configuración del T-MEC
La analista sostuvo que, bajo esta visión, el T-MEC dejaría de representar los beneficios históricos que había aportado a los tres países miembros. En su interpretación, el tratado podría convertirse en una herramienta de presión comercial y fiscal, más que en un mecanismo de integración económica.
“El concepto de América del Norte como una gran región comercial se encuentra amenazado, no solo por las decisiones de Trump, sino por el modo en que concibe el nuevo orden mundial. Estamos ante un replanteamiento profundo del papel del comercio internacional”, subrayó.
Salazar también destacó que el proceso que se avecina no será únicamente una evaluación técnica del tratado, sino una renegociación integral que podría redefinir las reglas de origen, los estándares laborales y las cadenas de suministro en la región.
Intereses políticos y nuevos liderazgos
En su análisis, la experta propuso tres modelos para anticipar las decisiones presidenciales y comprender el comportamiento político de los líderes que inciden directamente en este proceso. Aunque aclaró que no se considera “la gran experta”, enfatizó que es posible proyectar las decisiones futuras si se entienden los intereses y objetivos reales que las motivan.
Bajo esta premisa, Salazar extendió su reflexión hacia el gobierno de Claudia Sheinbaum, afirmando que el entendimiento de las posturas mexicanas frente a Estados Unidos debe considerar la lógica interna del poder político y las prioridades personales de los líderes.
“Claudia Sheinbaum se mueve entre dos mundos. Por un lado, mantiene la esencia de su movimiento y del proyecto de gobierno que representa; por otro, empieza a mostrar señales de consolidación política y cierta distancia de los actores más influyentes del sexenio anterior”, señaló.
No obstante, aclaró que, a diferencia del comportamiento impredecible que atribuye a Donald Trump, Sheinbaum no ha mostrado decisiones impulsivas o carentes de fundamento, sino una tendencia hacia el control político y la estabilidad institucional.
Entre la reconfiguración y la incertidumbre
En su análisis, Ana María Salazar llamó a observar con atención los procesos de renegociación del T-MEC, pues estos reflejarán el equilibrio político de América del Norte. Con esta lectura, la analista advierte que el libre comercio, tal como fue concebido en el siglo XX, enfrenta una transformación irreversible.



