En los últimos años, los vehículos eléctricos han ganado terreno en el área comercial pues los beneficios que conlleva su adquisición son demasiados, como cero emisiones contaminantes, menos averías mecánicas o el nulo consumo de ningún tipo de combustible, por lo que los principales países productores automotores han empezado a producirlos a gran escala.
Tanto China como Estados Unidos se han posicionado como los principales mercados donde se producen, comercializan y exportan este tipo de autos, ya que tan solo en el año 2018 en China se vendieron más de un millón de vehículos eléctricos y en Estados Unidos 361,307, de los cuales 191,627 fueron de la marca Tesla.
En los últimos días, el Congreso de Estados Unidos, con la intención de aumentar el consumo de este tipo de vehículos y así producir más de ellos dentro de ese país, dio a conocer una iniciativa donde la nación prevé dar créditos entre 7,500 y 12,500 dólares para adquirirlos, lo que pondría en desventaja al mercado mexicano de autos eléctricos.
México es un país que se ha distinguido en las últimas décadas por la industria automotriz que existen en el territorio, además de que el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ha permitido que este sector crezca por el arancel cero que se brinda a las autopartes elaboradas en los países miembros, pero este tema de los autos eléctricos podría ser la excepción.
La Secretaria de Economía de nuestro país ha estado considerando seriamente imponer aranceles a los autos eléctricos provenientes de Estados Unidos si ellos aprueban los incentivos fiscales, por lo que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador propuso activar un panel internacional, el cual sería un mecanismo de arbitraje para solucionar el asunto.
La idea de imponer aranceles de debido a la gran preocupación que tiene México de que los autos hechos en el país tengan desventajas comerciales afectando la industria automotriz, pues esta representa el 4% del producto interno bruto (PIB) de México y el 25% de sus exportaciones, así mismo genera un millón de empleos directos y cinco millones indirectos, destacando que el 80% de los vehículos mexicanos se venden a nuestro país vecino, Estados Unidos.
Así mismo, existen otros conflictos a los que se está enfrentando México en el sector automotor, ya que en agosto de este año el Ejecutivo mexicano llamo a consultas al Gobierno estadounidense por interpretar de distinta manera la metodología para definir las reglas de origen de los coches.
Otro de los problemas que enfrenta nuestro país son las quejas contra dos plantas, una de General Motors en Silao, Guanajuato y la otra en Tridonex en Matamoros, Tamaulipas, debido a que se están viendo vulnerables los derechos de los trabajadores previstos en el tratado.
Los funcionarios mexicanos ya se encuentran solucionando todos los inconvenientes y están en busca de fortalecer la capacidad de negociación colectiva entre los trabajadores y tener un sistema de justicia laboral competente, así como se espera que la situación sea más optimista y tenga un balance para el 2022.