La República Mexicana es uno de los países del mundo con mayor crecimiento económico en materia de comercio exterior. De acuerdo con información obtenida de la base de datos del Banco Mundial, para finales del 2018 el valor monetario de las exportaciones de México alcanzaba los 480,015.56 millones de dólares, posicionándose dentro de los 15 países que tuvieron mayores ingresos por la exportación de productos al extranjero.
Algo que ha contribuido en gran medida a que esto pase, ha sido el número de tratados comerciales que nuestro país tiene con otras naciones alrededor del mundo. A inicios del presente año, se encontraban vigentes el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, que fue revisado y sirvió de base para el ahora llamado Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá o T-MEC, que se encuentra en proceso de ratificación), la Alianza del Pacífico, el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP, por sus siglas en inglés, que entró en vigor el 30 de Diciembre del 2018), el Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea (TLCUEM), el tratado de libre comercio México-AELC (Asociación Europea de Libre Comercio), y los diferentes tratados comerciales con Centroamérica, Panamá, Colombia, Perú, Uruguay, Chile, Israel y Japón, lo cual ha fomentado un mayor número de exportaciones e importaciones de mercancía y que a su vez ha ayudado a la adquisición de nuevos bienes y servicios y a la creación de más oportunidades laborales.
Entre todos los tratados existentes, quizá esté de más mencionar que el T-MEC es el más importante para la economía mexicana, esto debido a que alrededor del 79% de las exportaciones mexicanas se dirigen a Estados Unidos. Debido a que la base del T-MEC es el aún vigente TLCAN, muchas de las cláusulas y estipulaciones se mantendrán como se encontraban, pero se encuentran cambios importantes en cuanto a la producción automotriz, por ejemplo, ya que se aumentará el porcentaje de materiales y autopartes regionales para poder acceder a los aranceles preferenciales. Otro de los cambios es la importancia que se da al combate a la corrupción y para disminuir los sobornos y la defensa a la propiedad intelectual en cuanto a innovación farmacéutica y agrícola. De igual manera, se crearon cláusulas sobre el comercio electrónico ya que cuando se firmó el tratado original, éste no tenía el auge que tiene hoy en día.
Otro tratado de gran importancia para el país, es el TLCUEM. Este fue histórico ya que fue el primero entre la Unión Europea y un país del continente americano. Desde su ratificación y hasta el 2015, el comercio entre la UE y nuestro país creció un 235% según datos oficiales de la Delegación de la Unión Europea en México, lo cual ha convertido a la entidad geopolítica en el tercer socio comercial del país. Las principales exportaciones de nuestro país incluyen minerales e hidrocarburos, maquinaria y equipos eléctricos, vehículos y equipos de transporte, entre otros.
También es importante mencionar la Alianza del Pacífico, formada por Chile, Colombia, México y Perú. El tratado entró en vigor en abril del 2011, y hasta la fecha se ha posicionado como la octava potencia exportadora a nivel mundial, representando el 38% del producto interno bruto de América Latina, constituyendo de igual manera la mitad de su comercio exterior. El beneficio principal que ha traído a sus países miembros es la eliminación del 96% de las tasas arancelarias y se espera que para el 2030 se logre completamente la liberalización comercial.
El tratado más reciente en entrar en vigor es el CPTPP, hasta ahora para México, Japón, Singapur, Nueva Zelanda, Canadá, Australia y Vietnam, aunque en total son 11 los países miembros incluyendo a Brunéi, Chile, Malasia y Perú. Debido a que el tratado es bastante nuevo, todavía falta revisar cuáles serán los beneficios a largo plazo que tendrá para nuestro país, aunque lo que busca es tener mejor acceso a mercados, abordar nuevos desafíos comerciales, promover el comercio incluyente y servir como plataforma para la integración regional.
Conforme han pasado los años, México sigue mejorando la competitividad de su comercio exterior y ha logrado fortalecer sus lazos comerciales con el resto del mundo, pero todavía es necesario optimizar la productividad, innovación y el avance productor para explotar el potencial que tenemos como nación. Aprovechar inteligentemente estos tratados para hacer crecer nuestra economía será vitalmente importante para lograr conseguir estos propósitos y es lo que nos ayudará a tener un papel incluso más importante en el comercio internacional.
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