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El comercio internacional es el motor impulsor de la economía global, siempre en constante evolución; sin embargo, eventos disruptivos, como la pandemia del COVID-19, los factores geopolíticos que ejercen influencia, pues las tensiones entre naciones pueden afectar las rutas comerciales, los aranceles y las regulaciones, los avances tecnológicos, la relocalización de las cadenas de suministro, cambios en la demanda de los consumidores o interrupciones en sus envíos, la preocupación por el cambio climático y la sostenibilidad ambiental, todos estos elementos indudablemente impactan las estrategias de importación de las empresas.
El panorama nacional no es menor, las políticas públicas impuestas por el Ejecutivo Federal, en materia energética, por ejemplo, la poca infraestructura de los puertos y su saturación, la sobre-regulación de los trámites aduaneros y de comercio exterior o la desincorporación de aduanas del Servicio de Administración Tributaria, para dar paso a la creación de la Agencia Nacional de Aduanas de México con una curva de aprendizaje que seguimos resintiendo, son factores que desde luego influyen en correcto flujo del despacho aduanero.
Además de la constante en las auditorías en materia de comercio exterior y un aumento considerable en las revisiones del esquema integral de certificación de empresas, constituyen en su conjunto, elementos que pueden suponer barreras comerciales inesperadas y que ponen en jaque a las empresas.
No obstante lo anterior, para este año 2024, se esperan diversas tendencias en materia de comercio internacional que implican grandes desafíos y oportunidades para México y para las empresas: Una de ellas es que China sigue manteniéndose como gigante económico y actor clave y las tensiones geopolíticas continúan impactando el comercio internacional, pero ante tal panorama, se observa un cambio hacia la formación de nuevas alianzas comerciales y económicas entre países, a través de acuerdos bilaterales y regionales, estas alianzas pueden influir en las rutas comerciales, los aranceles y las regulaciones, lo que requiere una adaptación ágil por parte de las empresas.
Es muy importante hacer énfasis en que tienen la capacidad de hacer frente a todas las adversidades que se presentan y se siguen adaptando y transformando de forma positiva ante todos los cambios que persisten.