El inicio de este año ha reflejado consecuencias tanto buenas como malas, a consecuencia de los problemas que se han originado por la pandemia, en el caso de la gasolina en nuestro país, hace años atrás, la eliminación gradual de los controles de precios de la gasolina y diésel en el 2017, los precios de estos combustibles ahora están a cargo en gran medida por los mercados y ya no por parte del Gobierno, Sin embargo, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) se reserva el derecho de intervenir.
Los precios de estos combustibles son reportados por cada estación de servicio a la CRE de acuerdo con la Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal.
En estos reportes se dio a conocer una disminución en la importación de gasolina al territorio, pues presentaron una disminución del 44.4% interanual en el primer bimestre de 2021.
En años anteriores tenían según los reportes tenían tendencias crecientes pues según las graficas indicaban que las importaciones de gasolina a México crecieron 28.7% en 2017 y 30.6% en 2018, alcanzando su mayor punto
Alcanzando un total de 18,987 millones de dólares en 2018, posteriormente los próximos años a tenido una tendencia de disminuir la importación del combustible, con disminuciones interanuales de 10% en 2019 y 40% en 2020 llegando a 10,263 millones de dólares en el 2020.
El 31 de diciembre de 2019 se publicó un decreto presidencial que extendió hasta 2020 y 2021 la vigencia tanto del estímulo general como del estímulo en la frontera norte para los contribuyentes que importan y despachan gasolina, diésel y combustibles no fósiles.