Tras los recientes sucesos entre Rusia y Ucrania, esta es la quinta ronda de sanciones contra el país Ruso; medidas punitivas por parte de la Unión Europea, que en esta ocasión incluye la prohibición de comprar carbón a Rusia, medidas que se impusieron tras los asesinatos de civiles en Bucha.
Hasta ahora, estas propuestas de sanciones se basan en “6 pilares” señaló Úrsula Von Der Leyen. Comienza con “reducir una importante fuente de ingresos para Rusia” esto aunado con la prohibición del carbón ruso. Es importante mencionar que el carbón ruso representa alrededor de 4.000 millones de euros al año.
El segundo pilar trata de una “prohibición total de transacciones en cuatro bancos rusos clave, entre ellos VTB” (el segundo mayor banco Ruso). Esta medida debilitará aún más el sistema financiero de Rusia, ya que dichos bancos representan el 23% de la cuota de mercado.
El tercer pilar prohíbe el acceso en los puertos pertenecientes a la UE a los barcos rusos y los operados por Rusia, habrá algunas excepciones para las naves que transporten “artículos esenciales, como productos agrícolas y alimentarios, entre otros.
El cuarto pilar se basa en la prohibición de exportaciones específicas “en áreas en las que Rusia es vulnerable” (computadoras cuánticas, semiconductores avanzados, maquinaria sensible y equipos de transporte).
La quinta sanción prohíbe la compra de productos como la madera, el cemento, los mariscos y el licor.
El sexto y último punto se trata de “medidas muy específicas”, como la prohibición general de la UE de la participación de empresas rusas en la contratación pública en los Estados miembros, o la exclusión de todo apoyo financiero, ya sea europeo o nacional, a los organismos públicos rusos.